Reseña de Astillero
Julio Hernández López es un periodista mexicano, nacido
en Torreón, Coahuila y arraigado en San Luis Potosí.
Licenciado en Derecho por la Universidad autónoma de San Luis Potosí; que
escribe para el periódico La Jornada. Autor de la columna
"Astillero". Director de La jornada San Luis. Además es Conductor del
Servicio de Televisión, “La Otratele”. En La Jornada, Fue dirigente estatal del
PRI. Astillero es una columna de información y análisis político que se publica
de lunes a viernes en el diario mexicano La Jornada, donde es el texto más
leído (no solo frente a otras columnas, sino en general), según los reportes
publicados en su página de Internet.
En este caso, Hernández, se refiere a cuatro temas; acerca de los
cuales comentaré lo siguiente:
En primer lugar, el autor hace referencia a los
terribles acontecimientos que han desestabilizado al Estado de Guerrero y al
país, en todos sus ámbitos. El gobierno federal, aparentemente, intentaba otorgar “justicia por el caso Iguala”; sin embargo esto estaba muy alejado de la
realidad y lo único que se vislumbraba hasta entonces, era: “definir el momento exacto de la caída del insostenible
Ángel Aguirre Rivero”, pues se pretendía que de este modo, se acallarían las
voces de los que con justa razón, clamaban por esa justicia que al parecer, no
llegará. En aquellos días el temor del gobierno consistía en que “que los
excesos, de manifestantes o de fuerzas públicas, tendrán resonancia
internacional en el puerto de Acapulco”, con las consecuencias políticas que
esto conllevaría; y con las noticias que
aparecen día con día, con respecto a que “cada vez se descubren más fosas, como
si el territorio entero de México fuera un gran cementerio clandestino”. Cabe
decir que la situación no ha cambiado a pesar del tiempo transcurrido. [1]
En segundo lugar, nos habla acerca de un “Carlos
Navarrete estrenándose penosamente como presidente nacional del sol azteca”
pero en total apoyo a Aguirre Rivero, a quien más tarde el mismo le urgiría a
pedir licencia. Coincido totalmente con el término “penosamente” pues, como
bien dice el autor del artículo, “el sustancialmente priísta Ángel Aguirre
Rivero” (porque cabe decir que siempre fue priísta, y solo dejo de serlo,
porque no quedo como candidato de su partido para el puesto de gobernador, y
entonces decidió cambiarse al otro bando). Sin embargo Aguirre no se
quería ir solo y
“alcanzó a tirar un manotazo contra Morena al destituir al secretario de
Salud del gabinete estatal, Lázaro Mazón Alonso”.
El punto número tres hace
referencia a que “Mazón fue presidente municipal de Iguala y luego impulsó a
quien aún sigue reconociendo como su amigo (hasta el día de la publicación del
artículo), el ahora prófugo Abarca”; y no solo eso, sino que existían incluso,
estrechos lasos familiares con otros servidores públicos, lo cual nos habla de
una práctica de nepotismo puro.
Por
último, Hernández nos muestra el caso de María del Rosario Fuentes Rubio; “médica
que bajo el seudónimo de Felina denunciaba y reportaba en
Twitter actos del llamado crimen organizado”; lo cual le costo la vida, pues
para su mala suerte, “en su consultorio murió el sobrino de un capo local y en
represalia la secuestraron y así supieron de su vida tuitera secreta”.
Sin embargo, es de reconocer su valor y coraje para ejercer este llamado
“periodismo ciudadano”, ante esta crisis en la que vivimos y en la cual, la
libertad de expresión se torna cada vez más peligrosa.
[1]
Esta situación es
personalmente dolorosa, puesto que nací, crecí y vivo en Acapulco, Gro.
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